Nunca es tarde para iniciar ni tampoco muy temprano, el talento de Santiago Vargas lo ha dado a conocer como uno de los empresarios más jóvenes del planeta, no solo por su creación robótica, sino también por su incursión al mundo de las franquicias siendo apenas un niño de ocho años.

Un gran emprendedor

Santiago Vargas demostró que a cualquier edad se puede materializar un negocio prometedor, eso se lo debe a su propia creación, el robot “Insecto-Bot”, compuesto con materiales muy sencillos y que inicialmente fue presentado como un proyecto para un curso impartido por Business Kids, sin embargo, ese pequeño androide armable no tardó en atraer la atención de los demás y ahora es producido y comercializado como un artículo para niños a través de su propia firma “Making Bot”.

La construcción de franquicias rentables siempre va a implicar esfuerzo, compromiso y mucho trabajo, para algunos habrá tramos en el camino que sean más fáciles y para otros no, pero sea cual sea la motivación, el gusto por lo que hacemos debe ser el elemento principal en esta carrera del emprendedor, tal como sucedió con nuestro pequeño amigo, quien se divertía haciendo su robot y que seguramente nunca se imaginó en lo que iba a trascender.

La historia de Santiago nos deja una buena lección, podemos alcanzar nuestras metas si lo que hacemos es de nuestro gusto, entonces, podríamos afirmar que la fórmula de éxito de este niño consistió básicamente en una buena idea, disfrutar lo que se hace y mostrarlo al mundo, si a esto le agregamos más de nuestros atributos como perseverancia, creatividad, entusiasmo, estaremos seguros que habremos iniciado nuestro camino de la mejor manera.

El ejemplo de Santiago no es el único, existen más niños exitosos, cada uno con su propia historia, como es el caso de Maddie Bradshaw, que a sus diez años inició un lucrativo negocio de collares y pulseras a base de diseños plasmados en tapas de botellas; Anna Tselevich, creadora de Box-O-Mania, empresa que se dedica a comercializar cajas para que los niños armen su propia casa de juguete; o que tal la experiencia de Henry Patterson, quien a sus siete años inició su primer negocio con bolsas de estiércol.

Con lo anterior concluimos que no hay excusas, siempre estaremos a tiempo de emprender nuestro propio negocio, aprendamos de las vivencias de estos pequeños empresarios y que sirva de motivación para que cada día pongamos el empeño necesario en cada uno de nuestros proyectos.

No todos debemos iniciar un negocio desde cero. El modelo de franquicias es una opción para aprovechar el know-how de una empresa. Los consultores de MatchPoint pueden ayudarle a elegir la franquicia más apropiada para usted. Contáctenos.