El ecosistema de las franquicias se caracteriza por ser bastante inclusivo para las diferentes clases de emprendedores o inversores. Esta amplia variedad le da la oportunidad de acceder a un negocio rentable, de bajo riesgo y con una fórmula exitosa. Si le interesa conocer los distintos modelos de negocios, aquí compartimos algunos de los más importantes.

Clasificación común de los tipos de franquicias

La figura comercial de una franquicia puede variar en función de la capacidad de inversión que se tenga, el perfil del público objetivo, las condiciones del contrato y el sector en el que se va a incursionar. Entre las más habituales, encontramos:

  • Comercial. En este modelo, el franquiciante ofrece todo el apoyo logístico, gerencial y formativo para la venta de productos o servicios. Es una operación estandarizada que facilita la internacionalización de una marca reconocida. Es el tipo de empresa más conocida. Suele incluir categorías como alimentos y bebidas, cuidado personal, mascotas, turismo, entre otras.
  • Negocio de distribución. En esta opción, el dueño opera como una central de compras que distribuye o revende artículos de otras compañías. La distribución se realiza por medio de una red de franquicias. También se caracteriza por incluir operaciones de importación/exportación de mercancía y está relacionada con sectores como el automotor, comida, salud, bienestar, tecnología y comunicaciones.
  • Industrial. Representa una colaboración entre fabricantes que no incluye compartir todo el proceso productivo. El representante de la marca cede los derechos de fabricación, comercialización, gestión, venta y el know how para distribuir en una zona específica. Es una alternativa popular que favorece cierta innovación dentro de los procedimientos. Las opciones más conocidas son las franquicias de restaurantes, hotelería, vivienda y salud.
  • Franquicia de producción. En este caso, el franquiciador es el encargado de generar los productos o servicios. Parte de la venta está a cargo de los franquiciados, quienes deben comprar la mercancía de forma exclusiva. Esto implica que ningún otro comerciante puede vender ese producto o proveer ese servicio. También cuenta con un amplio campo de acción según las marcas comerciadas y puede involucrar salud, belleza, mascotas, tecnología, vivienda, autopartes y mucho más.
  • Empresa de servicios. Posee una figura más específica y está destinada a ofrecer alguna forma de capacitación. Cuenta con metodologías probadas que deben ser supervisadas para garantizar su calidad y la reputación de la marca. A diferencia de las anteriores, solamente ofrece un servicio especializado. Aquí destacan negocios enfocados en la educación, coaching, entretenimiento, recreación y eventos.
  • Mixta. En esta instancia el franquiciante se decanta por un modelo de negocios que combina las ventajas de una empresa comercial y de servicios. Esto le permite tener los derechos de ofrecer diferentes alternativas en función del producto o el conocimiento que se quiera impartir. Dada su amplitud, maneja una gran cantidad de ámbitos para satisfacer la demanda del público.

El franchising dispone de muchas alternativas para invertir según sus términos y su capital disponible. Si quiere saber cómo encontrar la franquicia más adecuada para usted, contáctenos a través de nuestro formulario y solicite asesoría sin costo con nuestro equipo de expertos en franquicias.

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